La deshidratación y sequedad de la piel, así como las arrugas que comienzan a aparecer en nuestro rostro, cuello y escote con el paso del tiempo, son los principales problemas que las mujeres tratan de evitar con su rutina de belleza diaria.
Sin embargo, aún siguen surgiendo muchas dudas sobre qué cosmético facial es mejor para contrarrestar todos estos efectos negativos. ¿Me decanto por la crema o escojo el sérum? ¿Puedo utilizar los dos? ¿Qué diferencias hay entre estos dos productos?
Es normal que con la gran variedad de productos que hay en el mercado todavía haya muchas preguntas en el aire. Por eso hemos decidido elaborar este artículo en el que te contaremos las diferencias entre ambos cosméticos, qué es y para que se utiliza cada uno de ellos, sus beneficios y cuál de los dos es más recomendable.
Continúa leyendo y resuelve todas tus dudas.
¿Qué es un sérum facial?
Antes de dar paso a las diferencias entre ambos cosméticos, vamos a explicar detalladamente cada uno de ellos para que los conozcas en profundidad.
El suero es un producto que se caracteriza por su alta concentración de ingredientes activos que se absorben de manera rápida y que actúan sobre las capas más profundas de la piel, reparándola y proporcionándole la hidratación necesaria para mantenerla sana.
La formulación de los sueros se realiza en función de las necesidades de cada tipo de piel y del acabado que estemos buscando.
Por eso, dependiendo del cosmético que elijamos combatiremos el envejecimiento prematuro, actuaremos contra el acné o le aportaremos calma y luminosidad a la epidermis de nuestro rostros.
Además, se pueden emplear varios sueros a la vez, lo que permite que el tratamiento esté mucho más personalizado.
De hecho, no solo lo deberás escoger el que se adapte a tu tipo de piel, sino también al estado en el que se encuentre dependiendo del día, de la época del año o de las circunstancias que estés viviendo en una determinada temporada.
Aquí tienes una guía más completa para entender el serum.
¿Qué es una crema?
Por su parte, la palabra crema es un término que abarca numerosas acepciones, ya que es utilizado desde la típica crema hidratante, usada para combatir la sequedad de la piel y proteger nuestra epidermis de los agentes externos que la dañan, hasta las antiarrugas, pasando por las de protección solar o las anti-acné.
Pero aunque las composiciones puedan variar, la función suele ser muy parecida. Es decir, las lociones se encargan de nutrir las células, alimentándolas a base de lípidos y agua.
Esto permite mantener nuestra tez más suave, brillante, tonificada y con elasticidad.
Sin embargo, su textura untuosa impide que penetre hasta las capas más profundas de la piel, creando una barrera protectora en la parte más externa de nuestra epidermis. Además, suelen incluir factor de protección solar, lo que les convierte en un elemento imprescindible en nuestra rutina diaria.
Y al igual que ocurre con los sérums, es importante tener en cuenta nuestro tipo de piel, para utilizar un determinado producto, ya que de equivocarnos, podríamos estar perjudicándola en vez de aportándola beneficios.
¿Cuáles son las diferencias entre ambos?
Una vez que ya conocemos qué es un sérum y qué es una crema, vamos a dar paso al análisis de las principales diferencias que podemos encontrar entre estos dos productos.
La primera de ellas podemos apreciarla a simple vista, sin necesidad de entrar en detalles técnicos. Hablamos de la textura.
Los sueros tienen una densidad mucho más fluida y ligera que se absorbe de manera rápida, mientras que la de la crema es más untuosa, lo que provoca que tarde más en ser absorbida.
La segunda distinción es la composición de cada elemento. Los sérums tienen una alta concentración de principios activos que permiten la penetración en capas más profundas de la piel, pudiendo llegar a la dermis. Por su parte, las lociones se quedan en la parte más superficial, es decir en la epidermis, creando una barrera protectora.
La función de cada uno de los cosméticos también es diferente, puesto que sino se llamarían igual. Por eso, como explicaremos más adelante, son dos productos compatibles y complementarios.
El objetivo del sérum es nutrir la piel y repararla, y el de la crema es hidratarla y protegerla de las agresiones externas como los cambios de temperatura, los rayos del sol o la contaminación.
Asimismo, también se aplican de manera distinta. Los sueros es imprescindible que los empleemos con la cara limpia y antes de algún otro producto, como te indicamos aquí, ya que sino la epidermis quedaría desprotegida, mientras que las lociones sí se pueden usar como el último producto ya que sí suelen contener factor de protección solar.
Por otro lado, para escoger un sérum que actúe de manera beneficiosa para nuestra tez, no habrá que fijarse sólo en el tipo de piel, sino que habrá que tener en cuenta el principio activo con el que esté elaborado para conseguir el efecto deseado, ya sea para combatir el envejecimiento, acabar con el acné o proporcionar una luminosidad extra.
He probado desde el serum de Mercadona, hasta el Double de Clarins, pero a mí el que más me gusta es el Antiage de Nezeni Cosmetics, y te cuento porqué aquí.
También puedes hacer tu propio suero casero con los ingredientes que tu quieras.
Por el contrario, para elegir la crema sí tendremos que fijarnos en las características de nuestra epidermis, si es seca, grasa o mixta.
La última diferencia que encontramos entre estos dos productos es el precio. Los sueros, debido a su alta concentración de activos, son más caros que las cremas. Sin embargo, como se necesitan pequeñas cantidades, suelen durar más tiempo.
Aunque también es cierto, que los frascos son más pequeños que los de las cremas.
¿Cuál de los dos debo utilizar?
Ya hemos hecho una explicación de cada uno de los productos, hemos enumerado las diferencias que existen entre ambos y ahora vamos a dar paso a una breve reflexión sobre cuál de los dos es mejor usar, una pregunta que suele surgir siempre que se realiza una comparación entre varios elementos.
Pero en este caso no tendrás que escoger. Porque lo ideal es utilizar ambos productos. Esto se debe a que el suero repara y la crema protege.
Y como hemos visto anteriormente, las diferencias entre ambos cosméticos, permiten que sean compatibles.
Por lo tanto, aplica primero tu sérum facial, con la cara completamente limpia, y a continuación utiliza la loción hidratante para finalizar tu rutina de belleza y proteger tu piel.
Porque aunque sean dos cosas totalmente distintas se complementan a la perfección y si las empleas de manera constante verás como tu piel dejará a un lado las diferencias para lucir sana, luminosa y perfecta.
Resumen