Aceite seco: imprescindible para cuidar tu piel

aceite secoNunca es tarde para añadir un aceite a nuestra rutina de cuidado de la piel; y si tengo que elegir, mejor que sea uno seco.

¿Confundida? ¡Normal! ¿Cómo va ser un aceite seco? Será todo lo contrario ¿verdad? ¡Bienvenida al lioso mundo de la cosmética!

Para aclarar todas tus dudas vamos a analizar las características de este producto todoterreno que está en boca de todos.

Te conviene saber diferenciarlos, al igual que conocer para qué tipos de piel o para qué condiciones están indicados y cómo utilizarlos.

Solo así acertarás en tu elección y obtendrás el máximo rendimiento, algo de lo que tu cutis no tardará en dar buena cuenta. Con esta intención he recopilado toda la información en esta entrada.

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Aceite seco vs aceite húmedo, ¿en qué se diferencian?

Ambos líquidos están compuestos por aceites puros o por combinaciones de varios para hidratar, nutrir y reparar en profundidad la piel.

Sin embargo, no son iguales. La principal diferencia radica en su acabado. Es decir, en cómo notarás tu piel tras su uso.

Los aceites húmedos, como el de almendras dulces, jojoba, coco, u oliva, son más pesados que los secos y, por tanto, necesitan más tiempo para penetrar en la piel.

Esto se traduce en una hidratación más duradera y en una absorción más larga, por lo que la sensación de piel oleosa o pegajosa suele ser habitual con estos aceites.

Resultan especialmente beneficiosos para las pieles sensibles o con condiciones especiales, como la dermatitis, porque su acción oclusiva mantiene bajo control la tirantez y el picor de las pieles más agrietadas.

Los secos, por su parte, son muy ligeros y fluidos. Se extienden con suma facilidad y la piel los absorbe en cuestión de segundos.

Por su comodidad suelen ser los más solicitados en verano para favorecer a la recuperación de la piel y del cabello tras la exposición al sol, al salitre y al cloro.

Y es que estos aceites cuentan con la ventaja de ser aptos para hidratar el cuerpo (y prolongar el bronceado), el rostro, el cabello e incluso las uñas.

Su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados los convierten en válidos para todo el mundo.

Entre los aceites secos, los más populares son el de girasol, rosa mosqueta, aguacate, camelina y sésamo. Todos ellos comparten el hecho de ser ricos en vitaminas E, A y D, así como en ácidos grasos omega 3.

Utilizándolos con regularidad nutrirás la dermis y la protegerás de los radicales libres, previniendo el fotoenvejecimiento y promoviendo la producción de colágeno.

Las pieles con brotes de eczema, psoriasis o rosácea verán desaparecer la inflamación, el enrojecimiento, el tacto agrietado y la tirantez.

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beneficios aceite seco

Beneficios probados de los aceites secos

La principal ventaja de la que te beneficiarás utilizando un aceite seco es que se absorbe en segundos, y si quieres puedes vestirte enseguida y continuar con tu rutina.

Pero no solo obtendrás ese beneficio, también todos estos:

  • Minimizan el daño del sol y previenen el fotoenvejecimiento, ya que penetran más profundo y permiten una aplicación más uniforme.
  • Aportan una generosa dosis de antioxidantes, ácidos grasos esenciales y de vitaminas que nutren la piel sin taponar los poros ni obstaculizar su transpiración al tiempo que fortalece su función barrera.
  • Acaba con la sequedad, la descamación y las asperezas.
  • Las pieles secas recobran su brillo y confort mientras que las grasas y mixtas lucen con un tono y textura más unificados.
  • El de rosa mosqueta, semillas de sésamo o camelina destacan por su poder calmante y antiinflamatorio. Rebajan la intensidad y frecuencia de los brotes en pieles atópicas y acnéicas.
  • Su estructura molecular es muy similar a la de los lípidos que produce nuestra piel. Por ello, las pieles grasas o con tendencia al acné logran una rápida regulación de la producción del sebo.
  • Al estimular la producción de colágeno, y gracias a la acción drenante del masaje, la celulitis quedará atenuada. Los depósitos de grasa localizada comenzarán a movilizarse y su eliminación será más sencilla.
  • Tu cabello obtendrá más brillo, suavidad, cuerpo y definición, especialmente si es muy fino o poroso.

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Cómo y para qué puedes utilizarlos

Puedes emplearlos durante todo el año para satisfacer varias necesidades con un solo producto sin temor a sufrir reacciones adversas y disfrutando de una experiencia muy placentera de pies a cabeza.

Para el cuerpo

Siempre con la piel húmeda, realiza movimientos circulares de abajo hacia arriba. De este modo, provocarás una emulsión y el aceite penetrará más profundo hidratando intensamente.

Comienza por los gemelos y ve subiendo por las piernas siguiendo el canal linfático hasta alcanzar el abdomen. Continúa por los brazos y el escote.

Dada su composición, todos los tipos de piel se ven beneficiados por sus propiedades nutritivas, regeneradoras, reafirmantes, calmantes y antiedad.

El tacto, apariencia y calidad de tu piel mejorará en pocos días, con la ventaja de que todos estos logros se mantendrán en el tiempo, contribuyendo a fortalecer su salud.

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Para el rostro

Aplícalo sobre la piel limpia y seca. Realiza movimientos envolventes de abajo hacia arriba comenzando por la base de la nariz y el nacimiento del cabello y ve descendiendo hacia las mejillas y la barbilla.

Intégralo en tu rutina diaria, será especialmente beneficioso tras la exfoliación.

Puedes utilizar tu aceite favorito mezclándolo con tu crema hidratante. Su distribución será más sencilla, se mantendrá intacto durante más tiempo y conferirá un toque luminoso a tu cutis.

También puedes aplicarlo en el escote.

aceite seco rostro

Para el cabello

Puedes emplearlo como mascarilla, antes del lavado, con el cabello seco como un remedio de hidratación adicional 2 0 3 veces por semana.

Los aceites de coco, de oliva o de aguacate son idóneos para este fin, ya que traspasan la cutícula del pelo y sus propiedades regeneradoras e hidratantes serán mejor aprovechadas por tu cabello.

El de argán y de almendras dulces están a medio camino entre los secos y los húmedos. Por tanto, su efecto sobre el cabello es limitado.

Si prefieres utilizarlo para definir tus rizos, evitar el encrespamiento o sublimar el brillo y suavidad de tu melena, no dudes en utilizarlo tantas veces como desees sobre el pelo húmedo, tras el lavado.

Te aconsejamos calentar el líquido en las manos antes de aplicarlo. De este modo, aumentarás su capacidad de penetración.

Para las manos y las uñas

El simple gesto de aplicar el aceite de tu preferencia mediante un suave masaje sobre tus manos y uñas secas, y limpias, las mantendrá hidratadas y fuertes incluso durante los meses más fríos del año.

Las escamas o grietas que suelen aparecer entre los dedos o en la parte trasera de estos desaparecerán por arte de magia. Si eres constante, ya no podrás prescindir de este hábito.

Como ves, el aceite seco es un producto indispensable en la rutina de cuidado cutáneo y capilar de cualquier persona, sin importa cuál es su tipo de piel y de cabello. Su fácil aplicación, sus múltiples beneficios y su alto contenido en antioxidantes y vitaminas no solo te embellecen, sino que también te protegen.

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