Protector solar facial: cómo escogerlo según tu tipo de piel

Nuestra tez merece ser cuidada cada día para mantenerla de forma saludable. En lo que respecta a tipos de piel, existen muchas tipologías, más de los que a priori creemos conocer, siendo un tema bastante complejo.

Estos tipos de dermis, aunque no lo creamos tampoco, están directamente relacionados con otro tema, con el que lidiamos a diario: la exposición solar.

Dependiendo de la clase con la que contemos, a su vez, debemos elegir un tipo de solar específico, siendo crucial para cuidar nuestros tejidos de una forma apropiada.

Nuestros tejidos actúan como una especie de barrera natural que nos ayuda a protegernos de factores externos e infecciones.

De igual modo, funcionan como reguladores térmicos, ayudándonos a mantener la temperatura corporal, pero, seguramente te estás preguntando qué es exactamente lo que determina su color.

La respuesta es sencilla: la melanina. Se trata de la responsable de determinar el tono de nuestra tez y de protegerla frente a la incidencia de los rayos del sol, evitando que se produzcan quemaduras.

Tras esta explicación un poco más técnica, ahora que comprendes mejor la estrecha relación entre cómo son nuestros tejidos y los productos que utilizamos para protegerla es el momento de darte la información necesaria para que el sol no suponga un problema en tu día a día y puedas disfrutar de su gran aporte en vitaminas y la enorme vitalidad que nos ofrece. ¡Allá vamos!.

Ten en cuenta tu tipo de piel… ¡es importante!

tipo de piel y protector solar

Para decantarnos por un producto correcto, lo primero que debemos conocer es cuál es nuestro tipo de tez. Esto es crucial, porque una vez lo sepamos bien, a ciencia cierta, entonces podremos ubicarnos de la forma adecuada en uno de las tipologías que mencionamos a continuación.

Para ello, te aconsejamos que visites en primer lugar la consulta de un especialista. Una vez lo tengas muy claro, entonces será el momento de anotar lo siguiente:

Piel seca

Los agentes hidratantes son tus mejores amigos. Opta por una loción o crema (el gel es más secante) con un alto FPS que además incluya ingredientes hidratantes y humectantes, para que ésta no sólo te proteja de las radiaciones dañinas, sino que también deje una tez suave y flexible.

El ácido hialurónico, el aloe vera, el aceite de girasol y los lípidos de soja son excelentes para contrarrestar la pérdida natural de agua que se produce en los días de calor intenso (todo ese sudor puede dejar tu piel reseca).

Piel sensible

Aquellas personas con la tez sensible se aconseja siempre usar un protector solar mineral que contenga ingredientes más suaves, como el dióxido de titanio o el óxido de zinc con un alto FPS.

Estos filtros físicos se colocan sobre la epidermis para crear una barrera que impide que penetren los rayos UV, y no obstruye los poros.

Evita el uso de productos que incluyan parabenos u oxibenzona, ya que pueden causar irritación e incluso sarpullido.

Piel grasa

Si odias la sensación pesada de los cosméticos sobre tu cutis, busca un protector solar con una fórmula sin aceite, fluida y ligera. Que no deje una sensación grasa y que no obstruya los poros.

Lo mejor es que tenga una textura en gel, que es más refrescante y ligera que las cremas.

Si tienes una tez extremadamente grasa y con brillos, también puedes elegir una fórmula con acabado mate para que los brillos desaparezcan después de la aplicación.

Piel con acné

Aquellas personas que tienen una tez acnéica deben elegir cuidadosamente su protector solar. Evita los ingredientes fuertes y comedogénicos (que obstruyen los poros) como las siliconas y algunos aceites.

Es mejor que no contenga aceite ni fragancia. Busca las palabras «no comedogénico» o «no obstruye los poros» en la etiqueta antes de comprarlo.

Elige el solar según tu fototipo

A pesar de que existen diferentes tonos de piel, de una forma general nos centramos en dos tipos concretos, el tono claro y el tono oscuro.

Piel clara

Si tienes la tez blanca como la porcelana, necesitas un protector solar de amplio espectro con un contenido de SPF más alto. Aunque un SPF 30 es el mínimo imprescindible, lo mejor es que recurras a cifras más altas como la de 50+.

Y no solo eso, también debes aplicarlo con regularidad (cada 2 horas) si vas a estar al sol para equilibrar el nivel de pH y proteger tu dermis de los dañinos rayos UV.

Piel oscura

piel oscura y protector solar

No porque tu epidermis esté bronceada o tenga un tono más oscuro significa que puedes tomar el sol sin protección. Necesitas protegerte del sol y sus radiaciones UV a diario con un SPF de 30 o superior.

Si te preocupan los residuos blancos que dejan algunas fórmulas, opta por un acabado mate o una crema de protección con color.

Utiliza un filtro adecuado acorde con tu tipo de piel

Si partimos de la base de que los filtros químicos se absorben por la piel y los filtros físicos (no Nano) se quedan en la superficie, hay varios factores que debemos tener en cuenta para decantarnos por unos u otros.

Debes saber que los filtros químicos son menos saludables ya que suelen ser los causantes de irritaciones, además de estar comprobado por diferentes estudios, que algunos de ellos, como el Octocryleno, son potenciales disruptores endocrinos.

Pueden provocar fallos en nuestro organismo y no se aconseja, por ejemplo, su uso en niños, ya que penetran de una forma más profunda en nuestra piel.

Por otro lado, encontramos los filtros físicos o minerales, que pueden subdividirse en dos tipologías: los filtros físicos Nano y los filtros físicos no Nano.

Respecto a los filtros físicos Nano, sucede algo similar que con los filtros químicos, ya que al contener micro partículas, pueden llegar a entrar en contacto con el torrente sanguíneo.

Por otro lado, los filtros físicos o minerales no Nano son la opción más segura, ya que éstos si que se quedan en la superficie de la piel de una forma total, sin que penetren en absoluto.

Se trata de una opción más natural, menos irritante e ideal para las pieles más delicadas, con un mayor poder de humectación.

Textura del solar y tipo de piel: ¿Qué acabado elegir?

Tal y como era de esperar, llegando el momento de decantarnos por un tipo de acabado u otro, también debemos tener presente la clase de dermis con la que contamos, además de atender a nuestros gustos personales, claro está.

Los fluidos que proporcionan un acabado más luminoso y brillante suelen ser fotoestables, además de resistentes al agua, indicados especialmente para pieles más secas, dejando un acabado muy natural.

Por el contrario, las cremas que cuentan con un acabado mate consiguen absorber la grasa al instante, aportando un acabado mate, atenuando las imperfecciones de las pieles más grasas o mixtas.

Los errores más comunes al elegir un protector solar

  • A veces, sobre todo cuando estamos de vacaciones acabamos comprando estos productos directamente en la zona de destino, utilizando un fotoprotector cualquiera que no se adapta realmente a las necesidades de nuestros tejidos. ¡Compra tu solar en un sitio de confianza! (ya sea de forma física u online).
  • Otro de los errores más comunes es no fijarse directamente en el FPS del producto, no comprobar que sea resistente al agua, la fecha de caducidad o que sea fotoestable.
  • De igual modo, es muy común adquirir un fotoprotector sin tener presente que actúe contra los rayos UVB como UVA.
  • Finalmente, como hemos visto, también será crucial comprobar los ingredientes que contiene, si son o no controvertidos, como es el caso del mencionado filtro químico, el Octocrileno responsable de diferentes reacciones alérgicas, especialmente en pieles atópicas. Evita ingredientes como siliconas, parabenos y conservantes.

protector solar tipos de piel

Como has podido comprobar, siguiendo nuestras recomendaciones, elegir un protector solar en función de nuestro tipo de piel es mucho más sencillo de lo que parece.

Esperamos que con nuestros consejos y con las recomendaciones de un especialista… ¡puedas proteger tu tez de la forma apropiada!.

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