El champú sin sulfatos es quizás el champú que más se recomienda si notas que tienes el cabello frágil y reseco, que es una de las consecuencias o de los efectos del sulfato en el pelo, pero para poder recuperar la vitalidad del cabello y también para pode evitar la irritación que a veces sentimos tras lavarnos el pelo hemos de saber cómo usar un champú sin sulfatos, algo que te vamos a explicar a continuación y te dejamos los mejores champús sin sulfatos, para que puedas escoger entre los que mejor se adapten a lo que andas buscando.
Cómo usar un champú sin sulfatos
Los sulfatos son tensioactivos que disuelven compuestos de grasa y suciedad. Se utilizan como decimos, en agentes de limpieza convencionales. Los tensioactivos en los detergentes, por ejemplo, hacen que la suciedad de la ropa se adhiera al detergente y se lave. Los sulfatos se encuentran en muchos productos espumosos para el cuidado personal, especialmente champús, espumas de afeitar y geles de ducha.
Antes de que los champús estuvieran disponibles, el cabello se lavaba con jabones. Estos tenían la desventaja de que, especialmente con agua más dura, quedaban residuos de jabón de cal en el cabello, que en última instancia podían evitarse mediante el uso de tensioactivos. Es por ello, que sulfatos como el lauril sulfato de sodio se utilizan en la mayoría de las fórmulas de champú en la actualidad, asegurando además la formación de espuma y con ello, que el pelo quede muy suave y limpio una vez hemos acabado de lavarlo, pero también al ser tensioactivos muy agresivos, es posible que causen irritación y que poco a poco vayan resecando el cuero cabelludo y por ende, el cabello.
Por este motivo, muchas son las personas que se pasan a los champús sin sulfatos y descubren que pueden recuperar la salud de su cabello, además de lavarlo, aunque para ello, deben saber cómo usar este tipo de champú de un modo correcto y es que los champús sin sulfatos tienen muchas ventajas frente a los champús convencionales.
Como hemos mencionado, los champús con sulfatos son capaces de hacer mucha espuma, todo lo contrario a los champús sin sulfatos, ya que al usar tensioactivos que son suaves, no suelen reaccionar al contacto con el agua, de modo que la espuma que producen es menor e incluso inexistente. Esto se traduce en que al principio no sepamos exactamente si estamos lavando bien el cabello o si por el contrario, nuestro champú se va a acabar diluyendo con el agua por el pelo, y con ello que nos queden restos de producto sin haber logrado lavar el pelo correctamente.
Para evitar todo esto, podéis seguir los pasos a continuación, que os van a guiar para usar los champús sin sulfatos de manera correcta.
- Humedece muy bien tu cabello antes de aplicar el champú sin sulfato. Esto es algo que podemos aplicar también aplicar al champú normal, pero es muy necesario para el champú sin sulfato. Si tu cabello no está completamente empapado, te será más difícil aplicar el producto y distribuirlo por tu cabello. De hecho, cuando te eches el champú en la mano o sobre la cabeza, notarás como este tiene una textura similar a la de una crema, de modo que al tener el cabello bien mojado, lo podremos distribuir de forma correcta.
- Utiliza menos producto del que crees . La mayoría de la gente espera que el champú forme espuma y cuando el champú sin sulfato no lo hace, aplica más producto. Pero no es para nada necesario. De hecho, debes lavarte la cabeza en dos fases, tal y como señalamos en el siguiente punto.
- Aplica el producto en dos fases y con más agua. Por un lado debes coger y aplicar un poco de champú sobre el cuero cabelludo y masajear suavemente, y luego coges otra pequeña cantidad y la expandes por las longitudes o mechones de tu cabello. Lo extiendes bien y si notas que te falta cantidad de producto, la clave está en aplicar más agua en lugar de más producto, ya que el agua ayudará a activar el champú y creará inmediatamente cierta espuma.
- Enjuaga bien tu cabello. Asegúrate de enjuagar bien tu cabello. Cualquier residuo del champú sin sulfato hará que tu cabello se sienta pesado y que además el pelo no te quede bien. Es cuestión solo de acostumbrarse y de usar un poco más de agua de lo normal durante los primeros días de aplicación.
Cuándo usar un champú sin sulfatos
Al usar champús sin sulfato, el cuero cabelludo puede mantener su humedad y aceites naturales, lo que a su vez promueve la salud del cabello y el cuero cabelludo, esencial para el crecimiento del cabello. De este modo si realmente deseas poder tener un cabello cuidado (y no solo limpio) el champú sin sulfato parece ser la mejor solución.
Además, si tienes la piel sensible es posible que tras haber aplicado un champú con sulfatos, notes que el cuero cabelludo está irritado e incluso que te pica. Esto se debe a que al ser un tensioactivo agresivo, el sulfato suele ir haciendo que el sebo vaya desapareciendo del cuero cabelludo y con ello, que este nos quede desprotegido, de ahí que sea normal que surja irritación o que sintamos picazón. Si en cambio te lavas el pelo con un champú sin sulfato es posible que puedas recuperar la hidratación en el pelo y con ello que esa irritación vaya desapareciendo poco a poco. Dado que el champú sin sulfatos usa tensioactivos más suaves, estos no atacarán tan fuertemente el cuero cabelludo, de modo que como hemos comentado, se producirá de nuevo el sebo que había desaparecido y con ello que el pelo esté más protegido, recupere su hidratación y desparezca cualquier sensación de picor o irritación.
Si tienes el pelo teñido, posiblemente también será bueno que pruebes el champú sin sulfatos, ya que este debido a su fórmula más natural, es posible que el tinte nos dure más tiempo y también, que el pelo no se reseque tanto, algo que suele ocurrir tras haber aplicado color al pelo. Lo mismo podemos decir además, en el caso de haber aplicado queratina para alisar el pelo. Con un champú sin sulfatos, el tratamiento nos durará más tiempo.
Si deseas regenerar los aceites naturales en tu cabello
Como hemos mencionado, los aceites naturales presentes en nuestro cabello se van a eliminando con los sulfatos, de modo que si eliminamos estos de la fórmula de nuestro champú, conseguiremos que poco a poco se vayan regenerando, de modo que nuestro pelo consiga «revivir» y con ello que vuelva a brillar y a verse incluso más frondoso. Con esos aceites, el pelo se mantiene hidratado y es eso lo que hace que se vea siempre bonito.
Si quieres eliminar el encrespamiento en tu cabello
El sulfato, al deshidratar y resecar tanto el pelo puede hacer también que este se acabe encrespando de modo que si queremos eliminar ese «frizz» que es tan poco deseado, bastará con lavarse el pelo con un champú que sea orgánico. Puede que los primeros días no notes nada, e incluso que notes que de repente el pelo se ve o se siente un poco graso. Es algo normal. Se trata del proceso de recuperación de tu cabello, ya que el cuero cabelludo vuelve a segregar el sebo que nos va a proteger , va a rehidratar y en consecuencia eliminará el encrespamiento. En poco tiempo ese efecto graso desaparecerá y también por suerte, el encrespamiento.
Si deseas recuperar tu pelo rizado
A menudo se recomienda también el uso del champú sin sulfato para el cuidado del cabello rizado . Esto se debe al hecho de que el cabello rizado suele ser bastante seco y quebradizo. Cobra así sentido realmente, el no usar sulfatos ya que estos evitan la relubricación natural. Es más el pelo se verá todavía más reseco y será del todo imposible controlar el cabello.
Si quieres mantener más tiempo el cabello teñido
El cabello teñido también se puede beneficiar del uso de un champú que no lleve sulfatos. El SLS suele arrastrar toda la suciedad y grasa del cabello con facilidad, pero puede hacer lo mismo con el color que nos hayamos aplicado al teñir el pelo. Además, cuando nos teñimos, el pelo suele quedar más reseco de lo normal, de modo que será mejor elegir una fórmula para nuestro champú que no tenga sulfatos.
Resumen